Enfoque para el análisis:
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El tipo de tecnología de producción puede tener una influencia decisiva en el consumo de energía en la fabricación de un producto. La selección de tecnologías de producción adaptadas contribuye a la minimización de la demanda de energía. El objetivo es analizar el consumo de energía en las etapas individuales de producción y, en base a este conocimiento, realizar la fabricación del producto tan efectiva como sea posible. Este aspecto debería ser tomado en cuenta cuando se decida a favor o en contra de una tecnología de producción. En muchos casos, hay valores estándar para el equivalente energético en las etapas de producción individuales (p.e. procesado del plástico).
Además del uso de tecnologías de energía eficiente, un diseño del proceso optimizado incluso contribuye a una reducción del consumo de energía y reduce el impacto medio ambiental causado por la generación de energía suministrada al proceso de producción. El ahorro puede descubrirse a través de una continua monitorización y optimización de los parámetros del proceso (p.e. temperatura, cantidad de material auxiliar usado, etc) por medio de un control computarizado del proceso.
Con vistas al suministro de energía sostenible, el uso de fuentes de energía renovables tales como energía solar, biomasa, energía hidroeléctrica, energía eólica, y energía geotérmica es imperativo. Sin embargo, en este contexto uno tiene que tener presente que estas fuentes naturales no tienen que ser sobreusadas ya que son renovables únicamente dentro del alcance de su capacidad de regeneración natural. Por lo tanto, la distribución de energía eficiente es un importante factor en el contexto de las renovables. Similarmente, el impacto medio ambiental causado por la utilización de fuentes de energía renovables no tiene que ser descuidado.
La utilización de fuentes de energía renovables se encuentra estrechamente relacionada a la utilización de fuentes de energía disponibles en la región. Por lo tanto, el uso de biomasa disponible en la región reduce distancias de transporte y, en consecuencia, el consumo de fuentes de energía fósiles para el transporte de biomasa.
Un importante prerequisito para la reducción del consumo de energía global en un lugar de producción consiste en el análisis del flujo de energía y los costes concomitantes. Esto producirá una valoración del potencial de ahorro, que puede servir como base para medidas con objetivos definidos. Éstas dependerán enormemente del tipo y cantidad de energía requerida. Un posible enfoque para la reducción del consumo global de energía consiste en la utilización de la cascada de calor en diferentes niveles de temperatura o, por otro lado, usando plantas de calor y potencia combinadas, para la generación de calor y electricidad. Reusando calor desechado como calor para el proceso, pueden alcanzarse niveles de eficiencia hasta de un 80%.